No hablamos del superhéroe de X-Men, si no de la primera película como director de Don Gilroy, que anteriormente ha participado como guionista en películas de acción como El legado de Bourne (2012). Se estrena en la dirección con una película de acción, pero no es un film convencional, es una gran sátira con un interesante trasfondo, el de la cruel y egocéntrica manipulación de los medios.
La película cuenta la historia de
Lou Bloom, un joven dispuesto a todo que no encuentra trabajo. Tras contemplar
un accidente, descubre las posibilidades de ganar dinero del periodismo
criminalista de Los Ángeles. Así, se adentra en un extraño mundo que,
inesperadamente, se le da muy bien.
Jake Gyllenhaal se convierte en
el protagonista y el aliciente principal de este film. El actor destaca
especialmente encarnando a un personaje con rostro demacrado, de mirada extraña
y penetrante, para el que tuvo que adelgazar más de 12 kilos. Es un personaje
peculiar, ya que el espectador no llega a empatizar con él, nunca se aprecia su
lado humano, siempre se muestra serio, impersonal, excepto cuando es descortés
y grosero si no consigue lo que desea. Es directo, manipulador, chantajista y,
sin duda, consigue todo lo que se propone, sea lo que sea y de la manera que
sea.
Lou Bloom es obsesivo, impaciente
y su mirada inquieta es toda una ventana abierta a su extraña mente, donde se
encuentra un voyeur que busca capturar con su cámara todos aquellos sangrientos
y crueles sucesos que le den dinero, no importa de qué se trate y cuál sea la
causa, mientras haya violencia que reporte audiencia, todo vale. Y, es que,
tristemente esta es una realidad en la actualidad, ya que los noticiarios
televisivos ganan espectadores cada vez que ocurren sucesos atroces y, sobre
todo, si tienen imágenes descriptivas y explícitas de los mismos.
Es inevitable ver la película sin
que lleguen a la mente referencias cinematográficas tales como Taxi Driver o Drive. Nightcrawler tiene
un poco de las dos, en donde la noche, las luces artificiales y los barrios
criminales son los protagonistas, crean el ambiente necesario para conseguir el
tono adecuado. Pero hay una referencia primordial, que por su mensaje es la más
cercana, a pesar de ser la más antigua, El gran carnaval, de Billy Wylder. En
donde se critica profundamente el mundo periodístico, en donde se da prioridad
a la noticia antes que a la víctima que forma parte de la noticia, en donde los
espectadores necesitan, tristemente, de ese tipo de imágenes para captar su
atención.
Sin embargo, Nightcrawler tiene ciertos defectos: en general es una película que
no resulta creíble, además de que se producen diferentes cambios de tono que no
conciben la película de manera uniforme. A pesar de ello, es una obra que
mantiene en constante entretenimiento y tensión al espectador, en donde Jake
Gyllenhaal regala una interpretación digna de recordar, en donde se tratan
explícitamente a los medios de comunicación como nunca se han visto y en donde
se puede disfrutar de una fotografía de noche tan atrayente como a Lou Bloom le
atrae la sangre.
No hay comentarios :
Publicar un comentario