‘Coche Policial’
supone la segunda y más acertada incursión en solitario como director de Jon
Watts, siendo el film elegido por la National Board of Review como uno de los
mejores proyectos independientes de este año. Algo que le ha valido a Watts para que Marvel le eche el ojo, y sea elegido como el nuevo director de la
próxima película de ‘Spider-Man’.
Dos chavales de diez años encuentran un coche de policía aparentemente abandonado y deciden montarse para dar una vuelta. Pero esto será el inicio de un tortuoso y desesperado juego del gato y el ratón en el que la única salida será darle al acelerador y conducir tan rápido como puedan.
Concebida como un thriller con tintes de road movie, el mayor acierto de ‘Coche Policial’ es saber jugar dentro de su propia concepción como film independiente. El aura de bajo coste y la libertad creativa que conlleva para el director, permiten a éste narrar con un ritmo pausado, más bestia y cargado de humor negro, el camino hacia la madurez de los dos protagonistas.
Dos chavales de diez años encuentran un coche de policía aparentemente abandonado y deciden montarse para dar una vuelta. Pero esto será el inicio de un tortuoso y desesperado juego del gato y el ratón en el que la única salida será darle al acelerador y conducir tan rápido como puedan.
Concebida como un thriller con tintes de road movie, el mayor acierto de ‘Coche Policial’ es saber jugar dentro de su propia concepción como film independiente. El aura de bajo coste y la libertad creativa que conlleva para el director, permiten a éste narrar con un ritmo pausado, más bestia y cargado de humor negro, el camino hacia la madurez de los dos protagonistas.
Esa dicotomía entre
la inocencia encarnada en los niños y la culpabilidad del policía enfrentadas
entre sí, así como el camino hacia la madurez de los primeros, es quizá el
fuerte de un film que 'tarda en arrancar,' y que ciertamente se vuelve bastante
tedioso pese a sus escasos 90 minutos de duración. Casi parece que estemos ante
un cortometraje alargado en exceso, con algunas partes sobrantes y que en
definitiva no aportan nada a la historia, tardando en hacer acto de presencia
ese juego del gato y el ratón que nos vende su sinopsis. Aún así, las
interpretaciones de los principales protagonistas están muy acertadas, y el
film en general bien dirigido y montado, con una fotografía fría y ruda, y
pese al lastre de tener una banda sonora anodina y que no aporta nada.
Jon
Watts mejora en su segundo film contándonos una historia mejor perfilada y dirigida
que ‘Clown’. Sin embargo, un ritmo narrativo demasiado pausado (pese a su humor) en sus dos primeros actos, su escasa
originalidad, y esa sensación de cortometraje alargado, lastran un proyecto que
quizá con más elementos en la historia (que se nos sugieren pero no se nos
explican) hubiera conseguido ser algo más destacable.
NOTA: 5.5
Por Joaquín Muñoz
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