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14 de octubre de 2016

[CRÍTICA] Tarde para la ira: todo bajo control



Llegados a este punto del año, pasado el festival de San Sebastián, siempre suele agolparse en nuestras carteleras lo más destacado del cine español en cuanto a la ansiada mezcla de calidad y alta producción. Dejando de lado las insulsas comedias de clichés multinacionales o las radicales obras que el otro cine español sigue produciendo pero no estrenando comercialmente, este grupo privilegiado del cine nacional se encuentra cada más más delimitado por el éxito de crítica y público del thriller, un campo donde la originalidad, los cambios de tono, las sorpresas y cierta intención de manejo rítmico del tempo interno siguen produciendo una más que correcta multitud de espectadores locales, sumados a las posibilidades de exportación debido al escaso localismo de las tramas.


Dentro de este contexto, destaca sin duda la opera prima del actor Raúl Arévalo. Tarde para la ira es un thriller que no sorprende por sus personajes, su historia o los derroteros en los que entra su trama. Todos son, en cierto modo, habituales. La sorpresa viene, sin embargo, del buen hacer con el que está realizado todo el conjunto, llamativamente bien orquestado para ser un debut y contradiciendo los numerosos batacazos que multitud de estrellas provocan al ponerse a espaldas de la cámara. Este thriller es, sin embargo, un acierto poblado de buen hacer narrativo en sus escenas clave.


Ayudado por la gran actuación del trio protagonista (Antonio de la torre, Luis Callejo y Ruth Díaz) el relato de Arévalo mastica su fuerza a grandes bocados, calmando su hambre y manejando el ritmo esquivando el exceso con el que gusta de coquetear en momentos puntuales. Así, esta historia de venganza, en donde el contenido y acomodado es el violento y el macarra el de la contención (más vale no destapar más en este tipo de películas), mantiene la tensión desde su chocante escena inicial hasta un final lleno de momentos arduos. Un camino que Raúl Arévalo acierta a desandar, enfriando el tono de su relato a la vez que su historia se calienta. Aunque este control de su debutante director resulta notable también es cierto que Tarde para la ira resulta de una perfecta ejecución conjunta pero cuenta con un clímax cuyas revelaciones y soluciones finales no provocan ningún tipo de sublimación, siendo todo el conjunto un camino bien conducido pero excesivamente recto y conocido, un producto impecable que acaba exactamente donde esperas que la historia acabe, dándote únicamente lo que promete darte sin haberte sorprendido ni trastocado en ningún momento del camino (decíamos todo lo contrario de Elle). Dicen que un final ha de provocar dos reflexiones, a priori, contrapuestas. La primera es la de sobra conocida de…”no podía acabar de otra manera”, la segunda por el contrario, “nunca me lo hubiera imaginado”. Digamos que Tarde para la ira se preocupa tanto de su corrección que cumple la primera de ellas con creces pero es todo un ejemplo de contradicción con la segunda.


Además de los actores, se agradece la suciedad y el grano visual de la imagen del film que, aunque fingida, logra retratar con sudor y suciedad aparentes de forma más que interesante los barrios bajos de las afueras de Madrid, sus bares y sus fiestas dotando de más carnalidad y realismo a la interpretación y al diálogo de sus actores principales y sus interesantes secundarios. Por otro lado, las abruptas incrustaciones musicales conforman también un acierto puntual al énfasis del relato ayudando a un montaje paralelo que, en oposición, no acaba de funcionar como tal, siendo una de las razones de ese descafeinado, aunque solvente, clímax. En definitiva, un interesante debut con el que seguir adornado ese corpus cada vez más numeroso del que hace gala estos últimos años el nuevo thriller de producción nacional.
Por Rafael S. Casademont
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2 comentarios :

  1. El grano y las actuaciones lo mejor de la imagen sucia de este film. Me pareció algo abrupto la resolución final, parece que le faltara como mínimo algún obstáculo para superar el último peldaño. Pero muy buen ritmo durante el resto del film.

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    1. Sí, opino lo mismo, todo sale demasiado según los planes pero muy bien conducido en su conjunto. Muchas gracias por tu comentario.

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