Jesús de la Peña es doctorado en cine, miembro de la Real Academia de las Artes Cinematográficas de España, director del Centro Cultural Puertas de Castilla, de la Murcia Film Office o del Festival IBAFF entre otros proyectos. Después de otro año duro para la cultura, aprovechando el transcurso de la séptima edición del Festival IBAFF cuya Sección Oficial disfrutaremos la próxima semana, charlamos con él para hablar, entre otros temas, del IBAFF (desde su origen hasta su proyecto futuro), de las dificultades económicas o de a cultura en Murcia entre otros muchos temas.
Bueno, para empezar me gustaría que nos hablarás un poco del IBAFF,
como director del mismo, ¿cómo resumirías este festival?
El IBAFF es un festival que ya
está asentado como tal, dentro del circuito de este tipo de festivales que se
alejan un poco del cine comercial y que va más en la línea del cine documental,
cine de autor, cine que está en esa línea entre la ficción y lo documental, el cine verité que se ha dicho siempre. Yo
creo que este año, después de las anteriores ediciones ya tenemos el recurso
para poder meternos más en el tema de la experimentación que me parece muy
importante, seguir la línea que está siguiendo Rotterdam o la Biennale como
espacios donde el cine tiene algo que decir.
El cine del IBAFF es un cine arriesgado, sin fronteras ni prejuicios,
siempre lo ha sido. ¿Cómo nació, y sobre todo, cómo se fue formando la idea
definitiva de crear un festival así para una ciudad como Murcia?
Yo siempre cuento la historia y
es un poco particular. Nosotros éramos anti festival, desde Puertas de Castilla
creíamos que los festivales no decían nada en el sentido de que solo pasaban en
un corto espacio de tiempo y luego ya no pasaba nada el resto del año. Por eso
la programación del Centro Puertas de Castilla, que nació en 2003, ha sido la
apuesta por el cine independiente, de otros países y en versión original. En
ese aspecto el panorama en Murcia era cero, no existía ni la Filmoteca. A
partir de ahí, empezados a investigar en otros cines, el cine iraní nos
interesó muchísimo y bueno, a través de diferentes contactos de amigos y
directores empezamos a descubrir más cine y directores iraníes independientes.
A partir de ahí empezamos a traer cineastas de Irán, conocimos a un director
iraní al que hicimos un ciclo, junto al cineasta murciano Gonzalo Ballester
creando un binomio de cine iraní en Murcia y cine murciano en Irán. Cuando
llegó aquí y vio que era el lugar de nacimiento de Ibn Arabí se quedo
asombrado. Ya que, aunque aquí no esté muy reconocido a muchos niveles en los
países árabes es una eminencia muy reconocida y nos sugirió la posibilidad de
crear ese premio Ibn Arabí dentro de un cine que tuviera que ver con el viaje y
la propia creación. Después de eso, invitamos a Majid Majidi que vino al año
siguiente y, a partir de ahí, lo que era solo un ciclo de cine iraní se
convirtió en un llamamiento al cine internacional dentro de esa línea y ese
llamamiento surgió un efecto rebote. Quizás por Majidi, único director iraní
que había sido nominado a un Oscar y que tenía una repercusión muy importante que,
para recibir el premio Ibn Arabi, declinó ser jurado de la Berlinale. Lo que
supuso eso en el mundo del cine fue una puesta en escena del Festival IBAFF. A
partir de allí, todo siguió con la trayectoria lógica de un Festival. Después,
no nos conformamos y quisimos no repetirnos e ir evolucionando. Nuestra
intención no era ser un Festival de categoría A como Berlín o San Sebastián
sino crear una línea de festival que vaya muy acorde con un cine más humano y
de autor.
Me gustaría que nos hablaras un poco de las secciones del festival,
desde el punto de vista de la programación como se ha planteado, tanto la
sección oficial como las paralelas y, especialmente el foco en el cine
experimental.
En cuanto a la sección
experimental, era importantísimo este año investigar un poquito más. Contamos
con el comisariado de Abraham Hurtado, director del Centro Negra en Blanca. Le propusimos
también ser sede del festival, con lo cual abríamos el festival a la Región que
era otro de los pasos que teníamos que dar porque al final el IBAFF no deja de
ser un festival de una comunidad entera. En su línea de trabajo, de paisaje y
de cuerpo dijimos de hacer algo con el cine experimental que ellos estaban trabajando
allí. En cuanto a la Sección Oficial que
va a concurso, se abrió la convocatoria y de nuevo tuvo un gran éxito como los
últimos años. Hemos recibido más de trescientas películas de más de veinte
países y en la selección se ve perfectamente. Hay películas de Irak, Irán,
Bélgica, Francia, China. Realmente el IBAFF ha llegado y ha calado a nivel
internacional y, dentro de esta propuesta, hemos considerado que, aparte de
pilares fundamentales del cine como Jafar Panahi con su obra ganadora del Oso
de Oro (Taxi Teherán) entre otros,
seguimos apostando por nuevos valores. También seguimos apostando por el cine
de aquí. Tenemos la gran suerte de que Murcia está dando muy buenos autores como
José Manuel Carrasco que se presenta año tras año y este está dentro de la
selección, tenemos a otro cineasta que es Alejandro Cerón, cuya obra Hypermarket también compite. Cerón va en
una línea muy experimental, casi rozando la videocreación. En otras ediciones
también tuvimos gente de aquí, hace dos años vino Luis López Carrasco con El futuro, Gonzalo Ballester con Al otro lado del mar ganó el premio al
Mejor documental, Ignacio Oliva con La
rosa de nadie y León Siminiani con Mapa
ganaron el premio del público. Intentamos integrar a los autores murcianos en
todo el Festival equilibrando las propuestas de fuera y de dentro sin olvidar
tampoco el cine que se está haciendo en España. A lo mejor se critica haber
incluido Loreak, que fue premio del público en San Sebastián,
pero queríamos dar voz a ese tipo de cine que realmente a nivel académico no
tiene tanta cobertura. Por eso también Pere Portabella que, defendiendo su
idioma como Loreak, ha sacado el cine
hacia delante. Creo que era bastante importante en el Festival contar con esas
partes de una España que parece fragmentada porque el Festival lo que pretende
unir es a nivel regional, nacional e internacional, además de a Murcia como
ciudad.
El IBAFF ha tenido numerosos cambios y momentos, llegados ya a la séptima
edición, ¿en qué punto crees que está el festival en este momento?
Yo creo que el estado de madurez
del IBAFF es el propio de un festival que solo tiene siete años, si nos fijamos
en otros festivales con una trayectoria larga aún estamos en pañales pero la
verdad es que ya nos hemos posicionado en el mapa por nuestra apuesta concreta
dentro del panorama internacional. La realidad es que el festival es conocido a
muchos niveles. El año pasado, La FIPRESCI (asociación de críticos
internacionales) fue una de las que puso el ojo en este festival por lo que
estaba pasando. Lo bonito de este festival, aunque ha sido controvertido es
que, si la gente echa la vista para atrás, se ve que el festival nunca ha
tenido una sede fija. El IBAFF ha estado en la Filmoteca Regional, en el Teatro
Circo, en el Romea, en pedanías, en la Universidad… Este año la multitud de
sedes nos interesaba de nuevo. Evidentemente, la Filmoteca este año no ha
podido ser pero en años anteriores sí, igual que el Puertas de Castilla, la
sede madre del Festival faltó en anteriores ediciones lo cual también fue
polémico. El Festival necesitaba ese tipo de visibilidad pero ahora su posición
es más rotunda dentro del panorama nacional y, obviamente regional. Creo que la
sede donde este no es relevante vista su trayectoria. Aún así, este año tenemos
Blanca, el Teatro Circo para la clausura, el Cuartel de Artillería y, de nuevo
el Puertas de Castilla como sede principal. Por ello, seguimos inundando la
ciudad, aunque cambiemos de sede.
En cuanto a un tema más espinoso, pero que nos interesó mucho a todos
los aficionados a este festival, que somos muchos, me gustaría preguntarte por
una noticia que salió el 18 de noviembre de este año. La carta abierta de
“Apoyo al Festival de Cine IBAFF” firmada por los responsables de la programación de
las dos anteriores ediciones Eloy Enciso y Tanya Valette. Me gustaría que me
contases, como capitán de este barco, como ha afrontado el IBAFF estos cambios de
sede, de nivel presupuestario, de equipo de programación, en definitiva, estos
meses que, desde fuera, se veían con muchas dudas.
El festival IBAFF, evidentemente,
ha sufrido un recorte presupuestario pero no solo el IBAFF, sino todas las
acciones culturales y, no solo en Murcia, sino a nivel internacional. Como tal
hay que aceptarlos, este festival siempre ha ido con un presupuesto de guerra,
ha habido años que hemos tenido un
presupuesto más alto, evidentemente sí, pero este festival es un reflejo de la
ciudad y si la ciudad tiene un recorte a otros niveles, es evidente que la
cultura también los va a tener. ¿Se puede afrontar esto bien? yo creo que sí y
además lo defiendo a capa y espada, el recorte presupuestario no quita en
ningún momento la calidad de un festival. Puede quitar que vengan más directores, especialmente que
venga menos gente de fuera. Pero las películas siguen llegando, la gente que
participa en el IBAFF, recuerdo que los premios no han variado, se sigue
presentando por la calidad del festival y la gente con la que compite. Ha
habido un recorte presupuestario, sí, pero creo que no ha habido un recorte de
calidad. Con respecto a los directores artísticos que abrieron esa carta,
entiendo que la hicieran como apoyo al festival pero al final entiendo también
una parte muy personal como ocurre en todos los festivales en donde los
directores artísticos se implican de forma muy fuerte. Ese recorte
presupuestario no ha hecho posible que esta gente continuase, era una cuestión
puramente presupuestaria ya que un equipo así necesita acompañantes, dietas y
diversos viajes a otros festivales internacionales para seguir su labor de
seguimiento y selección. Por tanto, en ningún momento ha sido una cuestión de
calidad porque su trabajo ha sido intachable y está ahí, quitarle mérito sería
absurdo. Es comprensible que se apoyen entre ellos, cuando los directores artísticos
hacen una selección la hacen en la línea, no de amigos, pero sí de gente con la
que han trabajado, es una cosa normal. El tiempo dirá en qué situación está
este festival. Pero sí, ha sido muy complicado, especialmente a nivel de puesta
del equipo, un equipo que apenas ha cambiado, sigue siendo el mismo que es
parte del Puertas de Castilla y del Cuartel de artillería. Este grupo ha
seguido apostando por el festival a pesar de que haya habido un decrecimiento
de presupuesto porque no ha habido un decrecimiento de calidad. Ellos y yo
hemos seguido apostando.
Dicen que el año clave para un festival es la décima edición,
sobrevivir hasta ahí ya representa algo significativo. ¿Cómo te gustaría que el
IBAFF llegase a la décima edición?
Me gustaría que llegara como es,
que se mantuviesen los principios que ha tenido desde el principio, una clara
apuesta por un tipo de cine, por un público que tiene la necesidad de ver otro
tipo de cine que no sea el comercial, un cine que siga con su espíritu crítico
y de búsqueda. A mí no me gustaría que este festival se convirtiera en un
festival de “alfombra roja” en ningún momento porque no es su espíritu. Me
gustaría, por supuesto, que creciera y que en esa décima edición continuase con
su verdad y su forma de entender un tipo de cine que no deja de ser un tipo de
cine extensible a todos los niveles. Llegaremos.
Además de director del Festival IBAFF eres el director de la Murcia
Film Office, de los centros culturales Puertas de Castilla y Cuartel de
artillería. En cuanto a la labor de la Murcia
Film Office, siempre me he preguntado, como murciano, ¿por qué no se rueda
más en Murcia?, una ciudad que tiene todos los entornos naturales y climáticos
ideales para cualquier producción.
El problema de Murcia es que la
cultura cinematográfica solo es incipiente. Aunque ha habido gente que ha
apostado por el cine no ha habido una cultura cinematográfica aquí hasta hace
muy poco. Si lo pensamos bien, aunque quede pedante, hasta que empieza el Centro
Puertas de Castilla, la cultura en Murcia en cuanto a la innovación
contemporánea estaba muy carente, había un desierto brutal. De ahí, con las
nuevas políticas culturas que se llevaron desde la Comunidad en apostar por lo
contemporáneo y por lo actual empezamos a crecer en esa línea. Desde el
principio, este centro intentó que este cine se viera simplemente porque era
una carencia, si hay algo que tiene que hacer un centro cultural es reconocer
en su público, en su audiencia, las carencias que hay. Empezamos a crear un
caldo de cultivo a nivel de audiencia, pero la realidad seguía siendo que no
había ni una Facultad de Bellas artes, ni una de Comunicación, tampoco había
escuelas de arte y oficio que se dedicaran al cine. Solo en Historia del arte
había una única asignatura que se dedicaba al cine, esos fueron mis estudios.
La Murcia Film Office nace al amparo
del IBAFF, cuando nos enfrentamos al Taller de Kiarostami con cincuenta alumnos
que tenían que rodar en la ciudad vimos que había una serie de normativas para
ello pero no había organismo. Ese fue el germen, articular una maquinaria que
permita a la gente rodar en Murcia. En principio nació solo para eso pero
Murcia tiene mucha potencia, eso que se puede leer en su leyenda “tenemos x
horas de sol, durante x días al año” es
muy real y vimos que eso era muy valioso para un rodaje. Hasta ahora no hemos
sabido vender Murcia como escenario natural de rodaje aunque si se mira lo que
se ha hecho en la Región a hay muchísimo, no solamente en la Manga, sino
grandes producciones pero no nos hemos enterado. Aquí antes llegaba un
director, pedía el permiso directamente y no había quien legislara eso. Lo que
está haciendo la Film Office es
potenciar eso, por eso pertenecemos a la Spain
Film Commission y a la European Film
Commission para estar representados en los festivales. Participamos muy
activamente en todo ello, especialmente en el programa de Shooting in Spain, en el que estamos empezando a vender nuestro
plató natural, pero solo estamos empezando.
También la cultura cinematográfica hay que hacerla desde abajo, empezando por los niños, no hay programas de educación en cine para niños, ni en los institutos ni en las facultades, en todo ello estamos en pañales. Lo que sigue intentando el festival es formar a la gente para que sea consciente de la realidad, de que podemos hacer que esos autores murcianos que surgen tengan más posibilidades. Dentro del festival hacemos también talleres y visionados para niños como hemos venido haciendo desde el Cuartel de Artillería. Este año, además, el seminario de iniciación a la crítica de cine en colaboración con la revista Caimán Cuadernos de cine, una disciplina que no se da en periodismo, nos parecía fundamental. El IBAFF joven también nació desde casi el principio y cada año participan más de mil doscientos alumnos que, seleccionando cine, nos demuestran que tienen un ojo natural para la calidad. Ese premio lo dan los alumnos y cuando votan, votan maravillas, que además suelen tratar problemas de integración o el bullying, temas que les afectan especialmente en su campo. Cerrando la pregunta, creo que aún nos queda mucho pero poquito a poco se van haciendo cosas, más rodajes nacionales e internacionales, el tema de los videoclips y de los anuncios también va en crecimiento.
También la cultura cinematográfica hay que hacerla desde abajo, empezando por los niños, no hay programas de educación en cine para niños, ni en los institutos ni en las facultades, en todo ello estamos en pañales. Lo que sigue intentando el festival es formar a la gente para que sea consciente de la realidad, de que podemos hacer que esos autores murcianos que surgen tengan más posibilidades. Dentro del festival hacemos también talleres y visionados para niños como hemos venido haciendo desde el Cuartel de Artillería. Este año, además, el seminario de iniciación a la crítica de cine en colaboración con la revista Caimán Cuadernos de cine, una disciplina que no se da en periodismo, nos parecía fundamental. El IBAFF joven también nació desde casi el principio y cada año participan más de mil doscientos alumnos que, seleccionando cine, nos demuestran que tienen un ojo natural para la calidad. Ese premio lo dan los alumnos y cuando votan, votan maravillas, que además suelen tratar problemas de integración o el bullying, temas que les afectan especialmente en su campo. Cerrando la pregunta, creo que aún nos queda mucho pero poquito a poco se van haciendo cosas, más rodajes nacionales e internacionales, el tema de los videoclips y de los anuncios también va en crecimiento.
El barómetro anual del observatorio de la cultura colocó a Murcia en el
puesto 14 en cuanto a oferta cultural de 2015 según recogía el periódico La
Verdad el pasado 25 de febrero. Además, no resaltaba ningún evento realizado en
la Región en todo el año. Aunque opino que si no resaltaron la excepcional
edición número 6 del IBAFF es que el análisis anda desencaminado en cuanto a
gustos, me gustaría que me comentara, como director de estos dos centros
culturales, tu visión de la situación y de la oferta cultural en Murcia.
El problema del barómetro, que yo he estudiado (a todos los centros nos
llegó directamente, antes de que se publicará en el periódico) he de decir que
es verdad, que Murcia ocupa una posición en la tabla bastante por debajo. El
problema de ese barómetro es que se hace desde Madrid y, al final, a nivel
presupuestario siempre hay ciudades que tienen mucho más presupuesto que otras
y que siempre estarán a la cabeza, como Madrid y Barcelona, seguidas de otras
como Sevilla o San Sebastián. En esas ciudades el modelo de cultura hace que
eso sea más visible, no solo en cuanto a cultura contemporánea, sino de todo
tipo. Hay ciudades que se preocupan más por la cultura, yo entiendo perfectamente
que Murcia este en el puesto 14. Si comparas el IBAFF con el Festival de San
Sebastián, Sevilla o Málaga, puede quedar como anecdótico en cuanto a eventos
remarcables, junto a otros como ARCO o PhotoEspaña. Como el mismo SOS, aunque a
mí no me gusta, es un festival grande, pero tampoco sale ya que están otros aún
más grandes como el de Benicàssim o el Sónar. Lo primero es por el nivel
presupuestario y, no nos engañemos, a nivel público. Por mucho que queramos
decir que el museo de Bellas Artes está bien, como va a competir con el Museo
del Prado o el Reina Sofía. También influye el rendimiento económico que va a
parar al heraldo público, el barómetro habla del dinero, de cómo van a subir o
bajar las cuotas. Aquí todavía no hay una ley de mecenazgo correcta, el IVA
hace polvo cualquier iniciativa cultural, etc. Por lo menos estamos dentro de
la tabla, que hay muchísimas ciudades que no están ni en la tabla. En la época
de Pedro Alberto Cruz se hicieron grandes fuegos de artificio que explotaron
pero que luego no quedó nada en la ciudad. Si hubiera sido algo que realmente
hubiera activado la cultura en Murcia a otros niveles y creado un tejido
cultural más potente estaríamos un poco más arriba en la tabla, pero no mucho
más.
Para terminar y a modo de conclusión, me gustaría que me comentarás,
pese a las muchas dificultades que hemos visto, como es la labor de ser el
director de tantas iniciativas culturales. A todos nos gusta aprovecharnos de
esa riqueza, pero ¿es tan duro como parece sacarlas adelante año a año? ¿Cómo
vives esta multilabor del Festival IBAFF, del Puertas de Castilla, la Murcia Film Office y el Cuartel de
artillería?
Esto, al final, el trabajar en
todos estos proyectos a los que me gustaría recordar que hay que añadir la
fonoteca de música experimental y los programas europeos para el desarrollo de
actividades a nivel internacional, se maneja por una apuesta personal. Esto es
una apuesta personal y vital, es decir, es una profesión pero que,
evidentemente, lleva muchas horas de trabajo y una implicación personal muy
grande. Si no creyeras en los proyectos no saldrían. Como funcionario público,
todo el trabajo que hacemos, no solo yo sino todo un equipo sin el que sería
imposible sacar todo esto adelante, es un trabajo donde tienes que apostar. Es
duro, muy duro, la gente no sabe lo duro que puede llegar a ser intentar
conciliar todos estos proyectos, especialmente para el público, para el
ciudadano de a pie. Si estas en una concejalía de cultura estas en un servicio
público donde hay que dar un servicio a los ciudadanos y creo que eso no se
puede olvidar. Creo que, como en cualquier otra profesión tienes que dar, no el
cien por cien, sino el doscientos por ciento, darlo todo para que haya una repercusión.
Es duro sí, pero es súper satisfactorio, yo nunca me levanto con pereza por ir
a trabajar, cada día que me levanto, aunque parezca vacilón, pienso en ir a por
otra, a por otra apuesta, una detrás de otra. Además, en cosas tan diferentes,
el Puertas de Catilla es muy institucional, de cultura de base, el Cuartel de
artillería es un caldo de cultivo de todo lo que está pasando y luego proyectos
como el IBAFF que llevamos preparándolo desde julio. Ahora que llegan esas dos
semanas estás todo el día metido, sin horario. Esta mañana llegue a las siete y
ayer me fui pasadas las doce de la noche y hoy no será distinto. Al final, el
resultado de todo ese trabajo es el que ves en la sala, en el público, cuando
ves la participación activa del ciudadano en tus proyectos y el construir eso entre
todos es una maravilla. Es duro pero es increíble.
¿Te gustaría añadir algo?
El festival necesita de vosotros.
Por Rafael S. Casademont
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Hola Sr. Jesús de la Peña. Interesante entrada Rafael. Entiendo perfectamente lo difícil que es conciliar a la gente. Soy la organizadora de VideoSUMMIT, Congreso Internacional para videógrafos de boda. Hoy en día los vídeos de bodas son una películas estilo documental. Sería genial conocerte en persona, Jesús.
ResponderEliminarEncantada descubrir el festival. Lastima que ya pasó.
Estoy segura que podemos hacer cosas juntos. Haré todo lo posible para tener una oportunidad de conversar sobre el tema de cine. Mi correo es luzcasal@clubdevideografos.es Feliz día.