-

8 de febrero de 2014

Fruitvale Station: La sorpresa del año


Si el año pasado era Bestias del sur salvaje de Benh Zeitlin la película que sorprendía a crítica  y público en el panorama internacional, este año ha sido Fruitvale Station, de Ryan Coogler, la película que ha sorprendido a todos. Su director, un debutante, como le ocurría a Benh Zeitlin, es el guionista y director de esta película que se ha coronado con numerosos premios como el de mejor película y premio del público en el Festival de Sundance. También ha tenido reconocimientos en los premios Gotham, en el círculo de críticos de Nueva York como mejor ópera prima o, en el American Film Institute figurando como una de las diez mejores películas de año.


Esta película, que además estuvo en la prestigiosa sección de Cannes Un Certain Cegard, reconstruye un caso real ocurrido en el día 1 de Enero de 2009 en San Francisco.

El suceso se pudo esclarecer debido a las grabaciones de móvil de los testigos allí presentes y es otra demostración más de la injustica de la vida y de lo que puede suponer la caída de cierta cantidad del poder en las manos de los hombres. El suceso, aunque muy conocido en EEUU, prefiero no comentarlo para favorecer por completo la visión de la película.



Interpretada por solventes actores como Michael J. Jordan u Octavia Spencer,  la película nos muestra el día a día de Oscar Grant (Michael J. Jordan). Oscar es un joven afroamericano que, debido a las circunstancias y su mala suerte, se ha visto obligado a trapichear con droga blanda y  a sacar dinero de donde sea. Oscar quiere mejorar en su vida, conseguir un trabajo completamente legal, cuidar de su pequeña hija lo mejor posible y casarse con su novia, de nacionalidad mexicana. 

Después de conocer a los personajes y su vida diaria la acción llegara hasta el momento del suceso en la estación Fruitvale. La película, de poco menos de hora y media, rodada en su mayoría en cámara en mano y queriendo dar realismo y normalidad a su historia, se divide en dos partes principales. La primera es una reconstrucción de la vida de Oscar hasta el momento del suceso y, la segunda, el suceso en sí. Esta parte de reconstrucción, aunque no es mala, es bastante floja, ya que se dedica a recrear, con normalidad, situaciones corrientes poniendo a su protagonista como un modelo de conducta impoluta y ciudadano ejemplar. La segunda parte, mucho mejor que la anterior, se asienta sobre el cariño construido por el ejemplar personaje protagonista, para conseguir que el espectador se indigne ante el hecho que ocurre y la verdad es que lo consigue.

Si bien es cierto que no es una gran película, sí es digna de elogio su intención de sacar al espectador de su pasividad e intentar indignarlo ante algo que, tristemente, está pasando más que nunca, también en nuestro país. Interpretado por un elenco de actores muy solventes, la película consigue cabrearte por el hecho sucedido a Oscar y despertar la sed de justicia en el espectador. Además, su uso del móvil, sus sms, mensajes y llamadas aportan un aire de modernidad al film muy acorde a lo que denuncia y al fundamental uso del móvil para hacer justicia. Algo que aquí también se quiere prohibir.
Sin embargo, no deja de ser reprochable su falta de objetividad a la hora de retratar a su protagonista y el poco espacio que deja para juzgar los hechos al propio espectador.


 A espera de saber si finalmente se estrenara en España en salas comerciales, esta película, aunque con sus fallos, es una interesante representación de un suceso real más que interesante y muy acorde a los tiempos que tristemente vivimos. La película clama, quizás en exceso, justicia.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

No hay comentarios :

Publicar un comentario