Relatos salvajes: Sin volante y sin frenos en una recta

Después de pasar por la Sección oficial del Festival de Cannes,  ganar el Premio del Público en el de San Sebastián y candidata de su país, Argentina, a optar a los Oscars llegaba a nuestros cines esta curiosísima comedia negra, firmada por Damián Szifrón.

La película narra seis episodios de acontecimientos, que podrían ser diarios o, al menos corrientes, que llevan a sus protagonistas a un nivel de ira y, desahogo de la misma, salvaje, como bien nos anuncia el título.

Como toda película hecha por capítulos, cuenta con un numeroso reparto entre los que destacan Ricardo Darín o Leonardo Sbaraglia. También, como toda película formada por cortos, capítulos independientes o como se les quiera titular, sufre de gran irregularidad.

Lo más interesante de las situaciones es, sin duda, su apego por el hombre de a pie, que parece tener en múltiples ocasiones todo el universo contra sí mismo.

Es una película especial y como tal, a veces se ve necesitada de su propio público, principalmente para funcionar como comedia. Algunos encontraran en Relatos Salvajes  una película protesta y luchadora, pero los amantes del humor negro y explosivo encontrarán, además una excelente comedia.

Algunos capítulos son más flojos, citando el del enfrentamiento de coche o el del restaurante haciendo oscilar el nivel de la película. Pero, por el contrario, el capítulo de Ricardo Darín con la grúa, el prólogo del avión y, sobre todo, el magnífico capítulo final firman, sin duda, una película notable y, si la llamamos así, una comedia única.