La última película de Noah
Baumbach se encuentra, sin duda, entre las más destacadas del pasado año.
Aunque poco conocida, Frances Ha fue
elegida por la prestigiosa revista inglesa Sight
& Sound como la quinta mejor película del 2013 después de La Gran Belleza, estando en primera
posición la también reseñada aquí The act
of Killing.
El director independiente de
films como Una historia de Brooklyn nos
trae una película que recuerda estéticamente a la Nouvelle Vague y, sobretodo,
al Woody Allen de Manhattan. En blanco y negro y con un ritmo relajado, que no
lento, nos cuenta la historia de una chica llamada Frances, residente en Nueva
York.
Frances es interpretada de forma
magnífica por Greta Gerwig, coautora del guión junto con el director. Nuestra
protagonista es una aprendiz de bailarina de 27 años que vive con su mejor
amiga Sophie, en Brooklyn. Decide romper con su novio por no irse a vivir con
él para no dejar a su amiga. Sin embargo, todo ira de mal en peor. Sophie
sí la dejará para irse a vivir con su
novio y la compañía de baile no la contratará más, debido a su poco futuro por
su edad. Frances empezará así un vieja interior hasta descubrirse a sí misma y,
en definitiva, madurar.
Con una estética tranquila y con
una cámara pausada la película nos narra la historia con tranquilidad y
ligereza. Este estilo hace parecer a Frances
Ha una película “pequeña” sí es que eso existe, pero no por ello falta de
encanto y trasfondo. El personaje
femenino principal es admirable, las
mujeres que han estado pidiendo a gritos un personaje femenino de
verdad, sin arquetipos de mujer masculinos, encontraran aquí una gran
satisfacción. Sin ser Frances Ha un
panfleto feminista, ni mucho menos, la relación entre Frances y su entorno,
principalmente Sophie, es una de los retratos más profundos y verdaderos a un
personaje femenino, sin estar relacionada a un personaje masculino, que se
recuerdan.
La película goza de una bonita
fotografía, mucha inteligencia, muy buenas interpretaciones, sobretodo, la de su protagonista, nominada al
globo de oro a mejor actriz, y momentos tanto cómicos como más dramáticos. Aún
así, aunque es admirable su falta de sentimentalismo y de artificiosidad, la
película puede acabar haciéndose, en cierto modo, previsible y a ratos
monótona.
Frances Ha es, en definitiva, una buena película, que merecería ser
descubierta por muchos y lo será por muy pocos. Sin duda, en este caso, les
recomiendo ser de la minoría y descubrir el porqué del apellido de Frances.
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