Only Lovers Left Alive fue
presentada en la pasada edición del Festival de Cannes. Recibida con
irregulares críticas (aunque mayoritariamente negativas) muchos
habrán presagiado un film que se derrumba a media distancia de
colmar sus pretensiones. El problema de encontrarse con un tipo como
Jarmusch es que los más que condicionados consejos de la crítica ni
animan a visionarla, ni cuestionan nada nuevo.
Si bien es cierto que el planteamiento
de la historia no se caracteriza precisamente por su sencillez (unos
vampiros que llevan vivos siglos y que observan los horrores de la
sociedad moderna), Jarmusch consigue encauzarla de manera
que pese a su duración excesiva (dos horas), la historia no resulta,
al menos en mi caso, cargante o espesa.
Sus personajes, marca de la casa
Jarmusch, estan formados por mezclas de estereotipos de diferentes
épocas (muy en la línea de Ghost Dog, el camino del samurái).
Quizás el film peca del desaprovechamiento general de unos
protagonistas fantásticamente conseguidos, ya que su crítica a la
sociedad actual resulta menos ácida de lo esperado partiendo de
semejante planteamiento. Pese a ello, esta peculiar pareja de
vampiros se muestra carismática y chocante en muchas de sus
reacciones ante lo que les rodea. Las conclusiones que plantean y su
visión del mundo pueden resultar drásticas por momentos, pero no
dejan de ser ciertas, por tanto, a priori, esto no debería suponer
una falta de comprensión por parte del espectador.
La estructura de la película se
desarrolla a partir de la base rutinaria de los singulares
protagonistas, con problemas típicos que pueden surgir a un ser de
sus características (el odio a la fama, la necesidad de ingerir
sangre) y otros que pudieran pasar a cualquier ser humano (la
entrometida Mia Wasikowska), y de estas situaciones es donde Jarmusch
saca a relucir su negativo discurso sobre la sociedad actual,
aprovechándolos acertadamente.
La estética juega un papel relevante,
resultando irresistible la ambientación plenamente nocturna que
ayuda a una mejor identificación con los protagonistas, el exótico
contraste de ciudades (Detroit-Tánger), y la música rock en el
ambiente.
No es cuestión de afirmar que Jarmusch
ha conseguido una obra cumbre en su carrera, ni que Only Lovers
Left Alive marque un antes y un
después en la misma. Pero, aun no siendo lo mejor de su autor, (hablo
desde mi opinión, claro está), resulta una obra tan respetable como
complementaria en la carrera del mismo.
Alfonso Cañadas para Cine a la
Carbonara.
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