Dirigida por
Cary Jory Fukunaga (True Detective), ‘Beast of no Nation’ es una adaptación de la
novela con el mismo nombre de Uzodinma Iweala, y la primera incursión de la
compañía Netflix en la producción de un largometraje. Un film que con una fotografía
y dirección excelentes, nos entrega uno de los mejores reflejos de esa
realidad tan alejada de los medios occidentales como son los ‘niños
soldado’.
En un país sin nombre del oeste africano donde estalla la guerra civil, Agu (Abraham Attah) es un niño que tras cerrar la escuela y ser sacado de su aldea y golpeado casi hasta la muerte, se ve obligado a participar en una guerra civil empuñando un arma y combatiendo a sus compatriotas.
En un país sin nombre del oeste africano donde estalla la guerra civil, Agu (Abraham Attah) es un niño que tras cerrar la escuela y ser sacado de su aldea y golpeado casi hasta la muerte, se ve obligado a participar en una guerra civil empuñando un arma y combatiendo a sus compatriotas.
En este sentido,
el
film apuesta por no centrarse tanto en el conflicto bélico en sí mismo,
sino por el desarrollo psicológico del protagonista. A través de Agu
(Attah), en una interpretación soberbia del joven actor, veremos una evolución
drástica, cruel y muy violenta de lo que supone para un niño ser sacado
de su infancia y adoctrinado para la guerra, perdiendo su inocencia y
en definitiva su humanidad.
En definitiva, Fukunaga
se
desenvuelve con soltura en la denuncia social que impregna el film, y
acierta en no buscar esperanza donde no la hay, con un mensaje duro y
realista sobre una situación tan inhumana, con crítica sutil pero
efectiva tanto a la ONU, como a algunas de las potencias extranjeras que financian
este tipo de barbaries. Un film prácticamente redondo
y
a tener en cuenta para la próxima temporada de premios.
Por Joaquín Muñoz
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