‘Transcendence’, supone la ópera prima del director de fotografía Wally Pfister, colaborador habitual en los films de Christopher Nolan. En esta primera aventura por la dirección, Pfister nos entrega un film correcto e incluso notable en algunos momentos pero que la narrativa y unos personajes un poco planos desmerecen el producto final.
Con una recaudación de 103 millones de dólares para un
presupuesto de 100, ‘Transcendence’ es uno de los mayores fiascos a
nivel económico de este año, no teniendo el favor del público ni el
de la crítica en general. En ésta, se nos relata la historia del Dr. Will
Caster (Johnny Depp), el investigador más importante en el campo de la
Inteligencia Artificial, y que trabajando en la creación de una maquina
sensitiva que combine la inteligencia colectiva de todo lo conocido con el
rango de emociones humanas, se ganará un nombre dentro de la
comunidad tecnológico-científica, sin embargo esto hará que sea objetivo
de un grupo de extremistas antitecnológicos, que sin querer conseguirán que
Will sea partícipe de su propia transcendencia virtual.
Así arranca un film que se atreve a poner varias preguntas
sobre la mesa, invitándonos a reflexionar sobre la posible
capacidad del hombre de trasladar su consciencia a una maquina y por tanto ser
inmortal, o también sobre los peligros que el avance tecnológico pueden suponer
para el mundo, así como sus virtudes (energéticas, curativas), algo que
ya vemos hoy en día, el libre albedrio también es objeto de debate ¿de
verdad lo disfrutamos en la actualidad?, pero sobre todo plantea una cuestión
muy importante y cuyo debate sigue en marcha ¿Podría el desarrollo
tecnológico ser el siguiente paso en la escala evolutiva humana? Y
todavía más importante ¿Estaríamos preparados para ello cuando se diera
el caso? ¿lo entenderíamos? o ¿podría irse de nuestras manos?
Una película más interesante de lo que puede parecer
en un principio, pero que sin embargo se estropea por el propio miedo
del director a no decantarse por una posición, navegando entre pros
y contras de las preguntas que plantea, de una manera superficial y demasiado
neutral, que hacen al final una película interesante pero no valiente y
que deja la sensación de quedarse a medias, sobre todo y para más inri, por unos
personajes quizá no demasiado desarrollados en su plenitud y que con
algo más de metraje u otro planteamiento es posible que se hubiera solucionado.
Sin embargo y reconociendo que el film tiene un
ritmo narrativo bastante pesado en algunos momentos, hay que decir que no
es una mala película ni mucho menos, además, un producto que invita a
reflexionar no solo sobre el futuro que nos puede deparar sino sobre la propia
condición humana como tal, no merecía haber sido tan vapuleado por la
crítica por el mero hecho y a mi entender, de no querer posicionarse,
cuando nosotros mismos podemos hacerlo simplemente mirando el mundo que nos
rodea y que parece vaticinar hacia donde nos dirigimos. Un futuro donde
quizá ‘Transcendence’ tenga mucho que decir e incluso que puede
hacerle ganar un reconocimiento en el que ahora no tiene cabida.
NOTA: 6.5
Por Joaquín Muñoz (@JoaquínMGLoL)
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