-

1 de mayo de 2014

El viento se levanta: El viento que transporta nuestros sueños


Hemos podido disfrutar esta semana en los cines de la última obra del gran maestro Hayao Miyazaki, autor de algunas de las mejores obras de animación jamás filmadas, que han hecho disfrutar tanto a niños como mayores, todas ellas desarrolladas con un estilo tan personal como único que los aficionados al cine nunca podremos olvidar.


La última historia de Miyazaki nos habla de un joven soñador cuyo propósito es llegar algún día a trabajar como ingeniero aeronáutico en un Japón continuamente partícipe de conflictos internacionales. Al igual que ocurriría en otras de sus geniales obras como Porco Rosso (1992) o El castillo en el cielo (1986) el protagonismo de la obra se comparte entre sus personajes y los enormes, bellos y característicos artilugios voladores, esta vez más realistas que nunca, elemento clave en la obra del director por su afición a la aeronáutica desde muy joven. Miyazaki plantea la que posiblemente sea su obra más adulta, situándola de nuevo en un periodo histórico de entreguerras, El viento se levanta queda lejos de la mirada inocente de Mi vecino Totoro, ya que Jiro asume con fuerza y valentía los duros golpes que da la vida. Pese a ello la magia que desprende los momentos de ensoñación del personaje protagonista nos transporta a ese mundo alejado de la triste realidad, dando paso a algunas de las escenas más bellas del film, donde la infinita imaginación de su autor hace claro acto de presencia.


El viento se levanta, y con él transporta sueños, los hace posibles y nos sentimos realizados, pero todo acaba y el viento que conduce tus sueños también los aleja. Un avión puede resultar precioso cuando se encuentra en pleno vuelo, pero irremediablemente deberá bajar a tierra algún día. La triste historia de Jiro nos recuerda que debemos perseguir nuestros sueños, porque estos no siempre podrán cumplirse, y dejar que el viento nos levante y nos acerque a nuestras metas, ya que un día el viento dejará de soplar en nuestro favor, y solo podremos observar desde tierra los sueños cumplidos volar.



Afortunadamente para los espectadores, el viento ha alzado a Miyazaki muchas veces, dejándonos disfrutar de sus grandes obras. Pero ha llegado el momento de observar y valorar eso que tanto trabajo y sacrificio ha supuesto, y esperar que el viento transporte los sueños de otros intrépidos visionarios, como Jiro, hacia lo más alto.


Alfonso Cañadas para Cine a la Carbonara.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

2 comentarios :