Dirigida por
Justin Lin en relevo del resucitador de franquicias J.J. Abrams, ‘Star Trek:
Más Allá’ supone la tercera película de esta nueva línea temporal y la
decimotercera de todas las adaptaciones a la gran pantalla. Una saga que parece
no
agotarse pese a sus grandes altibajos a lo largo de los años y que
desde 2009, con su reseteado, ha adquirido un nivel de matices que pocos
esperaban, ¿habrá conseguido esta nueva entrega seguir con esa buena
senda de los últimos años?
La nave insignia
de la Flota Estelar, la Enterprise vuelve a surcar el universo para asegurarse
de la
protección de la Tierra y del resto de planetas aliados, en nombre de la
Federación Unida de Planetas. Pero la tranquilidad durará poco y el
peligro les acechará. Una vez más, deberán usar todo su
potencial y recursos para resolver los desafíos a los que se
enfrentarán. La travesía de vigilancia pronto se convertirá en una carrera por
la supervivencia espacial y la preservación de la armonía entre especies. La
tripulación deberá interponerse entre los crueles planes de su enemigo y el futuro
de la raza humana.
En este sentido,
el director Justin Lin, buen conocedor de la saga y sabiendo lo que supone
recoger el timón de un barco tan grande, opta por brindarnos una
historia más clásica, muy apegada a la serie original de los 60. Las
referencias son continuas, muy bien metidas y algunas muy sutiles,
haciendo que esta ‘tercera’ parte sea quizá la más ‘fanservice’ desde
el regreso de la Enterprise en 2009. El hecho también, de que Leonard Nimoy
muriera durante el rodaje, junto con los 50 años que cumple la franquicia, quizá
también haya influenciado a un film que opta por el homenaje constante hacia
lo ya conocido.
Algunos dicen
que parece un episodio de relleno debido a su esquema totalmente clásico y
predecible no solo en sí mismo, si no en
este tipo de films como normal general. Pero es bueno saber que esta vez no es
por falta de ideas, sino porque el producto se confeccionó desde el principio
como un film muy reflexivo hacia la
propia identidad de la saga. El hecho de que en el film veamos al personaje
del capitán
Kirk más melancólico y preocupado por ser quien es, de donde
viene y hacia donde quiere ir, no es sino una reflexión sobre la propia franquicia
desde sus inicios.
Una vez hecho
esto, Justin Lin nos da una repuesta muy clara, siguiendo los esquemas de la
propia serie de los 60 y esa lógica tan vulcaniana, si funciona ¿para qué tocarlo?
Este ejercicio que en un principio nos recuerda a caer en el fácil juego del ‘no riesgo’,
quizá sea la tecla más acertada a la que se podía dar. La historia es
predecible, el villano es predecible y los personajes ya los conocemos,
entonces, ¿que ofrece ‘Star Trek: Más Allá’?, pues un revival de lo ya
visto, tanto de lo mejor, como de lo peor de la franquicia desde sus inicios
en los años 60 hasta ahora, un homenaje a toda la identidad trekkie
con momentos realmente punteros y que suenan al ritmo de ‘Sabotaje’ de los Beastie
Boys.
La Enterprise
vuela de nuevo, divierte, está bien dirigida, bien guionizada y bien montada,
es la misma desde los 60 y con la misma tripulación por muchas líneas temporales
que nos metan. Es en esa paradoja, en ese no paso hacia delante, si no hacia atrás,
mirando hacia su pasado, y haciéndolo con orgullo, en el más puro clasicismo
Trekkie, lo que quizá la hace un producto tan acertado y por
eso aunque no innove sea tan especial, aunque eso sí, quizá más para los fans. ‘Larga
vida y prosperidad’
NOTA: 7.0
Por Joaquín Muñoz
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