It Follows es una
película de 2014 dirigida por David Robert Mitchell, quien se estrenó en la
dirección cinematográfica con la película The
myth of the american sleepover, en donde aborda la temática adolescente en
clave de comedia dramática. En su segundo film continúa retratando a la juventud americana pero esta vez desde el género de terror.
Jay es una joven de 18 años que mantiene relaciones sexuales
por primera vez con un chico que conoce de hace escasos días. Sin embargo, el
chico la ha utilizado para ahuyentar a unos espíritus que lo acosaban. Así, Jay
tendrá que soportar la maldición que este chico le ha pasado. Constantemente se
sentirá observada y perseguida por un ente que solo ella ve y que puede adoptar
la forma física que desee. Para evitar que le sigan tendrá que volver a
acostarse con otra persona, pasando la maldición en cadena. Aunque nunca se
sentirá liberada, pues si el ente consigue matar a la persona que le ha pasado la
maldición, volverá a por ella.
Con esta peculiar premisa, David Robert Mitchell nos
introduce en una historia que relaciona esta irreal maldición del inframundo
con las comunes enfermedades de transmisión sexual. A pesar de que se encuentren ciertas lagunas
en su trama, It Follows se convierte
en una película en donde el terror, la aventura y la intriga se mezclan con
ciertos toques de humor. Esta miscelánea da como resultado un film entretenido
que renueva el género de terror para
dejar patente la obsesión del mundo actual por el sexo y la sensación de
sentirte constantemente observado en un mundo preocupado por conocer la
intimidad de las personas. Así, a través
de un ritmo pausando (que no lento) se cuenta esta peculiar historia de terror
en donde se aprecia una gran influencia por la década de los ochenta, sobre
todo en la estética, el vestuario y la terrorífica y atrayente banda sonora. Es
interesante destacar las panorámicas que realiza la cámara durante gran parte
de la película, pues imita la reacción humana de mirar constantemente alrededor
nuestra cuando observamos o nos sentimos observados.
Los actores, a pesar de no ser conocidos, hacen un papel
adecuado. El único reproche que se les puede hacer es que a veces representan
un papel muy estereotipado, pues está el típico chulo del barrio –Daniel Zovatto– o el enclenque y tímido amigo de la infancia –Keir Gilchrist– que siempre ha
estado enamorado de la chica protagonista.
De esta manera It
Follows se presenta como una brisa de aire fresco ante un género un tanto
repetitivo, en donde dos sensaciones contrarias pero a la vez estrechamente
unidas, el placer y el dolor, se manifiestan a través de esta maldición
contagiada a través del sexo.
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