[CRÍTICA] ‘Rogue One: Una historia de Star Wars’: Esperanza y guerra de guerrillas

Dirigida por Gareth Edwards, ‘Rogue One’ supone un punto de inflexión extraño dentro del universo de Star Wars, al tratarse de la precuela directa de ‘Una Nueva Esperanza’, por tanto la 3.5 dentro de la franquicia, y al mismo tiempo juega a ser el primer spin off que intenta desmarcarse del tono habitual al que la saga nos tiene acostumbrados. Un cóctel complicado de engranar y a priori de vender al espectador medio y/o fan de la franquicia y que levantaba muchas suspicacias ¿Habrá conseguido funcionar?

Un grupo de insólitos héroes que se unen para realizar la arriesgada y aparentemente imposible misión de robar los planos de la Estrella de la Muerte, el arma de destrucción definitiva del Imperio.

En este sentido, y sin dejar de lado su función como precuela, si en algo es agradecido el film, es en haberse confeccionado como algo más que ese prólogo que parece en un principio, la historia se siente en sí misma ‘diferente’ a lo ya visto, más realista y más cercana de lo que cabría esperar, dentro de un producto que se enmarca en la ciencia ficción. Si la trilogía original apostaba por un tono cercano al cine de aventuras (algo que se encargó de recordar el Episodio VII), y la trilogía posterior a un cine más político y reflexivo hacia su propio universo, este film intermedio, apuesta por un tono marcadamente bélico, donde no todo es blanco o negro, y vemos incluso extremismos de dudosa moralidad dentro de la alianza.

‘Rogue One’, es quizá la que más se apropia de esa definición de ‘Guerra’ que subyace en todos los títulos de la franquicia. Esto se ve tanto en una fotografía más seca y sucia como en unos planos que acompañan en todo momento a los actores en su cruzada de cada batalla ‘terrenal’, ya que si hablamos de las espaciales, volvemos a las coreografías clásicas donde los efectos creados por ILM lucen de manera sobresaliente, y donde el abanico de naves, armas y estrategias bélicas, adquieren aquí una importancia mayor que en otros films de la saga.

Esto funciona, no solo gracias a un montaje y dirección que excepto en unos primeros 10 minutos un tanto irregulares, le dan al film un ritmo, que va 'in crescendo' en consonancia con un guión muy bien confeccionado donde apenas se dejan cabos sueltos. Un guión, que apuesta decididamente por desarrollar la trama en base a esos planos de ‘la Estrella de la Muerte’, y donde quizá cojea al no terminar de definir los personajes como debería, y donde excepto el trío de protagonistas principal incluyendo al robot K-2SO, el resto de secundarios se ven un poco desdibujados.

‘Rogue One’, tal y como reza su título, es una historia de Star Wars, y en base a eso, los guiños y cameos  en relación al resto de los films están ahí, pero se agradece que sean en los momentos justos y sin desdibujar una trama que aunque ligada al resto de la franquicia, consigue una identidad y frescura, que la hacen en definitiva, funcionar perfectamente por sí misma, no depender de los demás films, ni recurrir tan descaradamente a la nostalgia como si hacia el ‘Episodio VII’.

La Banda sonora, a cargo de Michael Giacchino, funciona sobre todo como otro carácter diferenciador del film, y aunque se siente correcta con el resto de la película, no consigue emular la emoción de las notas clásicas de John Williams, que por otra parte se reciclan en alguna ocasión dentro del film.

‘Rogue One’ cumple y sobrepasa todo lo que se esperaba de ella, consigue funcionar como precuela (Episodio 3.5) y consigue funcionar como un Spin Off diferente desde el minuto uno, con una introducción ‘atípica’ para ser un film de la franquicia, hasta su final. Un film más adulto, serio y entretenido de lo que se esperaba y que satisfará tanto a seguidores como a poco asiduos de la saga. En definitiva, una película de las mejores dentro de su universo, que respira un cambio de concepto que le sienta muy bien y que deja con ganas de ver más Spin Off que enriquezcan la franquicia, siempre y cuando los hagan tan interesantes como este. Que la fuerza os acompañe.

NOTA: 7.5

Por Joaquín Muñoz

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