El ganador
del Oscar a ‘Mejor Actor’ por su papel en ‘Gladiator’, Russell
Crowe, debuta en la dirección de su primer film con un
retrato antibelicista e intimista de las consecuencias de la Primera
Guerra Mundial, más concretamente de la batalla de Gallipoli de 1915. En
este debut, Crowe consigue hacer un film que aunque mejorable, consigue ser bastante
interesante, con una dirección más que correcta, que lo remarca como
un
director a tener en cuenta para los próximos años.
Ambientada cuatro
años después de la devastadora batalla de Gallipoli de 1915, en
Turquía, un país inmerso en plena la Primera Guerra Mundial, el granjero australiano
Joshua Connor viaja a Estambul para descubrir qué ha pasado con sus tres hijos,
todos declarados desaparecidos en combate. Durante su búsqueda, forja una
relación con una hermosa mujer turca, propietaria del hotel en el que se
hospeda. Aferrado a la esperanza y con ayuda de un oficial turco,
Connor se embarca en un viaje a través del país para descubrir la verdad
acerca del destino de sus hijos.
En este sentido,
y con una de las escenas iniciales, donde Crowe demuestra el por qué de ese
título para el film, se nos mete de lleno en una historia de un padre coraje
que intentará hacer todo lo posible por encontrar a sus hijos. Un
argumento que resulta bastante predecible, pero que sin
embargo consigue hacerlo suyo y volverlo bastante interesante. Para
ello, se rodea de una fotografía preciosa que consigue
recrear a la perfección tanto el ambiente Australiano como el Turco,
una banda
sonora destacable y agradable, y unas interpretaciones por encima de la
media, Olga Kurylenco esta perfecta en su papel, a Rusell
Crowe nadie le tiene que enseñar cómo actuar, y la sorpresa sin duda, es
la del personaje del General Mayor Hasan, interpretado soberbiamente por
Yilmaz Erdogan y que resulta muy
interesante en pantalla.
Sin embargo, y
aunque en general nos encontramos con un film que podría estar por encima de la
media, ‘El Maestro del Agua’ se ve lastrado
por un tempo quizá demasiado lento, que hace que la
película pueda resultar pesada en algunos tramos. Además, Crowe
comete el error de desviarse del tema principal del
film en
algunos momentos, quizá demasiados, para centrarse en otros más
secundarios, haciendo que el espectador pierda un poco el hilo
o interés de esa búsqueda de los hijos, que al fin y al cabo es el motivo por
el que Joshua Connor está en Turquía.
Aun así, poco se le puede reprochar a un film
que con tintes del cine más clásico consigue funcionar correctamente.
Crowe
quería un film propio que hablará de las consecuencias de la Guerra,
donde no hay vencedores ni vencidos, solo tragedia y muerte, donde los
enemigos se unen ante el dolor de la perdida, y aunque no siendo nada
nuevo, la ambientación elegida para contar su relato no podía ser más acertada,
ya que consigue dentro de lo común, desmarcarse un poco y traernos algo más
fresco y diferente. En definitiva un debut que no es perfecto, pero en
el que Crowe cumple con más que suficiencia.
NOTA: 6.5
Por Joaquín Muñoz (@JoaquinMGLoL)
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