[CRÍTICA] Turbo': Pequeño gran soñador

‘Turbo’ supone la segunda película de animación de Dreamworks este año. La otra ha sido la notable ‘Los Croods’. Con una recaudación de 281 millones de dólares para un presupuesto de 135 y teniendo en cuenta el coste elevado de Marketing que películas como esta suelen tener, se la puede tildar de ser un medio fracaso económico. Pues bien, aunque no llega al nivel de su compañera de la misma compañía, ni mucho menos a las cotas alcanzadas por las películas de Pixar, ‘Turbo’ no es una mala película, es simple y convencional, pero bien hecha.

Turbo es un caracol de jardín con un sueño imposible: convertirse en el caracol más rápido del mundo. Cuando un extraño accidente le da el poder de la súper-velocidad, Turbo intentará cumplir su sueño. Primero se hará amigo de una peculiar pandilla de caracoles callejeros tuneados y obsesionados con la velocidad, y allí Turbo aprenderá que nadie llega a tener éxito por sí solo

En este sentido, el problema de ésta película, es precisamente lo más importante, su argumento, demasiado simplista y que se reduce simplemente a lo que se podía ver en los carteles que la anunciaban, un caracol que consigue poderes y se convierte en el más rápido del mundo, incluso capaz de ganar a un F1. También, está llena de absurdos imposibles, pero lo bastante divertidos e infantiles (público al que va dirigida) como para que se puedan perdonar y disfrutar.

Además, se ve claramente como se basa en películas como ‘Cars’, ‘A todo Gas’, e incluso a alguna que otra de Super Héroes. Un revoltijo de varias películas que a priori invitarían a odiarla, pero que aunque le restan calidad original a la película, consigue ser un subproducto para nada desdeñable. Y la animación, a estas alturas es excelente y dinámica como no podría ser de otra manera, y los personajes son lo bastante dispares y divertidos como para sacar una sonrisa sobre todo a los más pequeños.

‘Turbo’ en gran parte copia, pero lo hace con la suficiente personalidad, añadiendo retazos de identidad propia que consiguen al final, diferenciarla de las otras en las que se basa. Todo esto, y el mensaje que traslada de lo importante que es luchar por nuestros sueños por muy grandes que sean, hacen de este pequeño gran soñador un buen pasatiempo para pasar con los más pequeños.

No es de las mejores películas de animación ni mucho menos, pero desde luego no es la mala película que muchos dicen que es. Es simple, pero lo simple también puede gustar y ‘Turbo’, gustará a más de uno.

NOTA: 6.0

                                                                                                                      Por Joaquín Muñoz