Miércoles 22 de junio, fecha del estreno de Buscando a Dory
en España, hace calor y apetece, no vamos a negarlo, una película como esta.
Hacía tanto calor que se incendió, al salir del pase, la azotea del edificio
donde ponían la película. Se hace raro volver a ver el logo de PIXAR en la gran
pantalla en poco más de medio año, tras
haber visto a finales del año pasado El viaje de Arlo, pero esta vez las
sensaciones iban a ser muy distintas con respecto a esta última.
Hace 13 años que se estrenaba la primera parte de esta
historia y aunque como en la mayoría de los casos, no era necesario realizar
una secuela, lo cierto es que han mantenido el nivel.
Buscando a Dory comienza dónde acabó Buscando a Nemo. La
película se podría clasificar dentro del género de aventuras, no se trata de un
rescate como en su antecesora pero igualmente se trata de una búsqueda, una
búsqueda que no deja de servir como metáfora de la búsqueda interior que lleva
a cabo Dory, la protagonista del film, por encontrarse con ella misma y con su
pasado. Y es que lo de encontrar tu
lugar en el mundo es algo que preocupa mucho a los creativos de PIXAR porque ya
se ha convertido en uno de sus temas más recurrentes.
Hay que destacar lo bien que han resuelto muchas de las incógnitas
que se podrían plantear tras el visionado de Buscando a Nemo, quizás la más
graciosa de todas sea el hecho de cómo Dory aprendió a hablar balleno. La
película es entretenida, quizás no tanto a nivel adulto como otras películas
del estudio, pero es una secuela más que digna.
Para finalizar, he de decir a las personas que todavía no
hayan visto la película que aguanten hasta el final de los créditos.
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