El niño supone la esperada vuelta a nuestros
cines de Daniel Monzón después de la excelente Celda 211. La película afronta su segunda semana como número uno de
nuestra cartelera y hoy ha sido anunciada como una de las preseleccionadas para
representar a España en la próxima edición de los Premios Oscar.
La película se centra en el problema del narcotráfico en el
estrecho de Gibraltar. El ambicioso planteamiento del film se atreve a
mostrarnos el problema desde todos los puntos de vista. Por un lado, está el
siempre excelente Luis Tosar como incansable perseguidor del narcotráfico. En
el lado opuesto tenemos a Jesús Castro (El niño) y Jesús Carroza (El compi),
dos jóvenes desempleados andaluces que ven en el narcotráfico una fácil vía al
éxito. Los dos se aliarán con un joven marroquí para empezar a realizar
pequeños encargos que se irán complicando, poco a poco, a medida que la sombra de
la policía y de las grandes organizaciones criminales se ciernen contra ellos.
También hay hueco en la película para la población marroquí y su vida ligada a
esta actividad ilegal.
Este correctísimo thriller, de más de dos horas de duración, cuenta
con un guión elaborado con paciencia y sin prisa, ambicionando siempre el
máximo nivel. La narración roza la excelencia teniendo el amor, la tensión, el
humor y el desarrollo de cada personaje su correcto desarrollo, acompañado todo
ello de un montaje excelente y de una capacidad de producción y despliegue técnico
digno de Hollywood (en el buen sentido).
No es Celda 211,
aunque en las persecuciones en helicóptero, sin duda lo mejor del film, parece
acercarse. La tensión, la casi perfecta fluidez narrativa están ahí, sin
embargo, la película no acaba de despuntar, motivado principalmente por su
pareja protagonista, que baja el nivel a simple entretenimiento en todas las
escenas que no comparte protagonismo con Luis Tosar. Seguramente, los
productores del film, que han hecho una excelente labor tanto de producción
como de promoción, han preferido renunciar a la excelencia incrementando la
taquilla con la figura de un nuevo guapo, Jesús castro.
Una película, sin duda notable, un paso más hacia la
confirmación de un cineasta que goza de perfecto conocimiento de la narrativa,
el ritmo y el montaje del thriller y que promete dar muchas alegrías al cine y
al mercado del mismo en este país. Eso sí, no busquen el nivel de Celda 211, probablemente no haya podido,
quizás no le han dejado, quizás él no ha querido.
Coincido plenamente con la crítica. Una pena que hayan preferido una cara bonita a un actor con más talento (o más tablas), supongo que los que ponen el dinero mandan y no quieren riesgos en taquilla.
ResponderEliminarMuy buena entrada, saludos.
Gracias, siempre es bueno dar vida al cine español pero nunca es correcto disminuir la calidad para ello. Nunca es bueno a largo plazo.
Eliminar