Dirigida por Neil Burger (El Ilusionista),
“Divergente” supone la adaptación de la novela juvenil con el mismo nombre,
escrita por Veronica Roth y cuyas continuaciones en el papel, presumiblemente
también se verán reflejadas en la gran pantalla; estas son: “Insurgente” y
“Leal”. Continuaciones
aseguradas, gracias a la recaudación de la película, 274 millones de
dólares, para
un presupuesto de 85 millones.
En ésta, se nos narra las aventuras de Beatrice (Tris)
interpretada por Shailene Woodley, cuya vida, en un futuro distópico, está
marcada por la necesidad de pertenecer a una
sola facción de la sociedad, dividida en cinco (Verdad, Abnegación,
Osadía, Cordialidad y Erudición), y que en principio
asegura el mantenimiento de una paz y orden, que no lleven a una nueva guerra
como la que ocasionó el desastre mundial que llevo a la necesidad de ese tipo
de organización social. Cuando Beatrice tenga que elegir facción, se dará
cuenta de que no
todo es lo que parece, ni como se lo han contado, viendo peligrar el orden
social y su propia vida.
Así arranca este film, que aunque guarda ciertos elementos de
originalidad, como son ese entramado de facciones, lo cierto es,
que guarda demasiadas
similitudes con “Los Juegos del Hambre”: futuro distópico en
los EEUU, facciones que recuerdan a los famosos distritos, advenimiento de una
revolución comandada por una heroína con unas habilidades determinadas, y un
dictador implacable, además de una narración muy parecida.
Es imposible no compararlas, pero si algo juega a
favor de ésta “Divergente”, es su protagonista. El personaje de
Beatrice, es en mi opinión más interesante que el ofrecido por Jennifer
Lawrence en “Los Juegos del Hambre”, ofreciendo
Shailene Woodley, un mayor carisma, personalidad y mala leche, lo que al final hace que nos
interese lo que acontece alrededor de ella. En lo demás, no se ofrece nada que
no se haya visto ya, los demás personajes son demasiado planos, y la narración
es demasiado lenta, es más, la
sensación de prólogo es constante en toda la película, no parece que se avance demasiado
en las dos horas que dura, y además dejando
muchos cabos sueltos, que presumiblemente se
resolverán en las futuras secuelas.
En definitiva, “Divergente”, deja una sensación de no
riesgo, una
película con una dirección y guión correctos, que cumple sólo si se
entiende como un prólogo, largo además, del
que esperemos arranque una buena historia en el futuro. Elementos tiene
los suficientes: una guerra que no se ha explicado, exploración más allá de ese
muro que enmarca la ciudad, una profundidad mayor en esos “Divergentes”, así
como las facciones, que si bien si se explica bastante bien la función de cada
una, no se profundiza demasiado en cómo se decidió que esa organización social
era lo mejor para el mundo, se pasa de puntillas por ese tema. Aun así, y
aunque esta primera parte flojea
bastante en general, ofrece algunos elementos los
suficientemente atractivos como para
interesarse por ella, sobre
todo a los que les haya gustado “Los Juegos del Hambre”.
PD: Al parecer, en el futuro, los trenes no tienen
paradas, se ve que el dinero no llega y hay que subirse en marcha y a lo
loco.
NOTA: 5.0
Por Joaquín Muñoz (JoaquinMGLoL)
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