“El Amanecer del Planeta de los
Simios” supone la segunda parte de la notable precuela de 2011 de “El Planeta
de los Simios”. Una segunda “precuela” comandada por Matt Reeves (director de “Monstruoso”
y el remake americano de “Dejame Entrar”), que no sólo mantiene la buena
calidad de su predecesora, sino que en algunos momentos la amplía y mejora, haciéndola
una secuela justificada y que completa y complementa a su primera parte y a la
original del 68.
Mientras que “El Origen del
Planeta de los Simios”, hilaba de manera respetable con el clásico original del
68 contando el origen de todo y de cómo unos simios podían llegar a suponer un
peligro para la humanidad, haciendo una profunda crítica a la experimentación
con animales; en esta segunda parte, situada 10 años después y donde la
población humana ha quedado bastante diezmada por el virus “Simio”, se
profundiza en ese comienzo de la Revolución simiesca. Una Revolución, que lejos
de ser contada meramente con escenas típicas de blockbuster, se centra más en
la narrativa, en esa triple relación entre humanos- humanos, humanos-simios y
simios-simios, donde conceptos como la familia,
futuro, diplomacia, humanidad y paz, conforman la idiosincrasia de la
película y que invita a la reflexión pretendida en el espectador.
Además, se centra muy bien en
como narrar la evolución tanto de los humanos, como de los simios, los
primeros, desesperados por recuperar lo que saben que ya no podrán tener, su
modo de vida anterior, cómodo y nada primitivo donde buscar una fuente de
energía eléctrica es lo principal. Y en los simios, vemos una evolución hacia
la adaptación, el aprovechamiento del medio, y en cierta manera, incluso un mayor
grado de civilización. Es en este punto donde ambos bandos coincidirán y se
desarrollará la historia.
Una historia, donde las
motivaciones y anhelos de ambos bandos se entienden, haciendo que el espectador
no consiga posicionarse por ninguno de los dos , siendo la “Paz” lo que se
anhele en todo momento. Una película mucho más profunda de lo que parece en un
principio y que merece la pena ver, con un ritmo constante, donde acción y
narración están muy bien equilibrados.
Destacar también el papel de Andy
Serkis (César), que se come la pantalla y al resto del reparto cada vez que
hace su aparición “digitalizada”, algo, que ya demostró en la primera parte y
en papeles como el de Gollum en “El Señor de los Anillos” o el de King Kong en
el remake de 2005.
En definitiva, una película muy
cuidada y elaborada, con un guión que lejos de ser original, está muy bien
construido, donde emoción, acción y reflexión se conjugan de manera notable y con
una mejora de la técnica evidente y lógica, que ambienta uno de los mejores
blockbuster para ver este verano en pantalla grande.
NOTA: 7.75
Por Joaquín Muñoz
Peliculón, al nivel de la primera. La perfección que están alcanzando los efectos digitales es sorprendente.
ResponderEliminarSi, la verdad es que ya la primera parte sorprendía en ese aspecto, y esta segunda consigue que realmente disfrutemos todavía más de la interpretación de los actores que hacen de simios, muy recomendable =)
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