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26 de enero de 2014

The Grandmaster: Grandes Maestros




The Grandmaster del hongkonés Wong Kar-Wai fue la película asiática más destacada y aclamada del ya finalizado año 2013, a la espera claro está, de una mayor expansión y distribución (aunque esto será con dificultad) de Un toque de violencia del chino Jia Zhang Ke y Stray Dogs del taiwanés Tsai Ming-liang para que el público que no ha podido acceder a los respectivos festivales donde se presentaron tengan la oportunidad de visionarlas.

En los últimos años (veinticinco como mucho) han ido surgiendo en el este de Asia una serie de realizadores muy dispares (a veces no tanto) que por localización espacial y temporal agrupamos en un mismo conjunto. Con el tiempo, estos directores se han ganado un hueco en el panorama internacional, especialmente en festivales europeos, por sus innovaciones sobre todo estructurales y visuales. Como parte de esta nueva generación podríamos incluir a los ya nombrados Jia Zhang Ke y Tsai Ming-liang, además de Apichapong Weerasethakul (Sídromes y un siglo) , Kim Ki Duk (Hierro 3), Brillante Mendoza (Kinatay), Tian ZhuangZhuang (El ladrón de caballos), Park Chan Wook (Oldboy) o Takeshi Kitano (Hana-Bi) entre otros.


Si bien este cine arriesgado y transgresor resulta atractivo para los más abiertos aficionados al cine, muchos de los realizadores nombrados utilizan para sus historias un ritmo pausado y característica funcionalidad del tiempo que poco tiene que ver a la que nos tiene acostumbrados el cine occidental (aunque siempre hay excepciones). Es por eso que en gran cantidad de casos sus films pueden resultar difíciles de seguir o confusos, y transportar al espectador a una profunda falta de interés. Un ejemplo claro de esto sería Wong Kar Wair. En su nueva película el ya consolidado director hongkonés, con la premisa de ''Biografía de Ip Man, maestro del actor y artemarcialista Bruce Lee'', nos muestra una historia sobre los grandes maestros de las artes marciales de la historia, sobre las tradiciones y las dificultades del aprendizaje, todo esto con una historia dramática de por medio. 


Wong Kar-Wai presentó The Grandmaster en el Festival Internacional de Berlín el pasado año fuera de concurso, quizás por esperar un tirón más ''comercial'' de la película (o quizás por todo lo contrario), lo cierto es que la cinta ha tenido una distribución bastante afortunada (ha llegado en España a muchas más salas que la mayoría de films asiáticos). Pero el realizador, fiel a sus principios eso sí, nos trae una historia con una narración y desarrollo lento, que se hace enormemente dificultosa de seguir por una utilización de saltos en el tiempo confusa que nos lleva a plantearnos infinidad de cuestiones sobre cómo se está desarrollando el argumento. Voces en off con imágenes que se suceden a un ritmo, a veces, soporífero se combinan con geniales escenas de acción de primera talla. Pero al concluir, la película resulta desequilibrada, irregular y confusa principalmente debido a un conjunto de estrategias narrativas desafortunadamente escogidas para facilitar el seguimiento de la historia.

Y no es que yo de forma personal repela las estrategias cinematográficas más arriesgadas y experimentales, sin ir más lejos me encantan Takeshi Kitano y Jia Zhan Ke (por nombrar mis dos preferidos) y admiro el cine de Kim Ki Duk y Apichatpong Weerasethakul (entre otros tantos). Pero el problema que me ha surgido con este film de Wong Kar Wair no es que deteste su capacidad de innovar en el desarrollo costumbrista de una historia, es que ha utilizado estas estrategias de manera que me han dificultado un posible seguimiento de la trama, consiguiendo llevarme en su momento al aburrimiento y sopor más profundo.


A pesar de ello recomiendo al menos un visionado para poder seguir la continuidad de las (en la mayoría de casos) fascinantes carreras de estos emergentes realizadores.

Alfonso Cañadas para Cine a la Carbonara.


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